En busca del futuro de Cabo Oriental
Vanessa Lucero creció en una familia de pescadores en Boca del Álamo, explorando las playas arenosas y las aguas cristalinas de la Región del Este, en Baja California Sur. A bordo del bote de pesca de su padre, vio de primera mano la profunda conexión de las comunidades locales hacia el mar ; sin embargo, también fue testigo del deterioro gradual de la vida marina.
Los 18 kilómetros, que comprende el corredor costero Boca del Álamo–Punta Pescadero, es una de las zonas con menor impacto por los desarrollos turísticos inmobiliarios de la Región del Este. El corredor representa un hábitat crítico para especies de valor comercial como pargos, burros, cochitos y jureles, y proporciona la estructura esencial para zonas de crianza y agregaciones de peces.
En septiembre de 2024, pescadores de las cooperativas Boca del Álamo y Pescadores del Tezal, preocupados por conservar sus recursos, solicitaron a la CONAPESCA el establecimiento de una Zona de Refugio Pesquero (ZRP) para proteger y manejar responsablemente la vida marina del corredor costero Boca del Álamo-Punta Pescadero. Para medir su impacto, propusieron implementar tres programas comunitarios: monitoreo submarino, monitoreo pesquero y vigilancia comunitaria.
Cuando Vanessa se enteró de la oportunidad de convertirse en buza monitora para la nueva zona de refugio, no dudó en querer formar parte.
“Mi motivación para ser buza monitora nació al descubrir la belleza del ecosistema marino en Cabo Pulmo”, comparte Vanessa. “Quiero explorar, compartir y contribuir al cuidado del mar en mi comunidad.”
En 2024, Vanessa y otra mujer, Daniela Sosa, que en ese entonces era habitante de una de las comunidades aledañas, se convirtieron en las primeras en capacitarse en buceo autónomo y monitoreo submarino. Este noviembre, cinco personas más de las comunidades vecinas se unirán a ellas, conformando así la primera generación de buzos monitores de la Zona de Refugio Pesquero. Este equipo recolectará los datos base necesarios para el monitoreo a largo plazo y servirá como embajadores clave, compartiendo los resultados con las comunidades pesqueras locales.
“El monitoreo submarino se ha convertido en un puente poderoso entre el conocimiento científico y la experiencia de los pescadores locales,” comenta Pablo Castro Moreno, Director Técnico y de Recursos Naturales de LegacyWorks México. “Fortalece las capacidades de quienes han conocido el mar por generaciones, permitiéndoles convertirse en observadores y guardianes oficiales de los ecosistemas y recursos que sustentan su modo de vida.”
Nos honra colaborar con líderes comunitarios como Vanessa y el equipo de buzos monitores, cuya dedicación está abriendo camino hacia un futuro brillante de conservación marina comunitaria, basada en datos y enfocada en la abundancia, tanto en el corredor costero inmediato como en toda la Región del Este. LegacyWorks ha estado apoyando este tipo de trabajo comunitario enfocado en la conservación, la resiliencia y el desarrollo económico en la región durante la última década. Al igual que el trabajo en Boca del Álamo, que comenzó en 2019, apoyar los procesos de cambio impulsados por la comunidad requiere tiempo, recursos y un compromiso a largo plazo.
“Tomar el tiempo para co-crear programas efectivos y sólidos junto con la comunidad, como está ocurriendo en Boca del Álamo, es fundamental,” dice James Honey, Director de LegacyWorks México. “Pero una vez que se establece uno, se abre una espiral de nuevas oportunidades: Vanessa y las y los jóvenes líderes de este proceso ya están ayudando a otras comunidades a hacer realidad sus visiones de manejo y cuidado de los recursos.”
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